Google y Facebook están cambiando dramáticamente el escenario de la publicidad online, a medida que se enfrentan por cada dólar disponible. El retargeting se está haciendo cada vez más complejo y costoso, acortando y dificultando las posibilidades de las marcas con menores presupuestos.
Hoy -más que nunca- el contenido es el Rey, y el dinero es la Reina, en un matrimonio que está en crisis.