Toda marca que comience a hacer marketing online tiene que empezar por diseñar un plan; no cualquier plan, sino uno que contemple con mucho detalle los por qué, los cómo, los cuándo, los cuánto y los dónde.
Es fácil verse arrastrado a la confusa jungla online, donde estar por estar es el común denominador.
El marketing online sin planificación deja de ser una inversión para transformarse en un gasto o, incluso, pérdida.