Cuanto más sofisticado es el público objetivo de una acción de marketing, más atención debe prestársele a los detalles de terminación de las piezas de comunicación.
No es raro ver faltas de ortografía en publicaciones de marcas prestigiosas, entre otros errores de importancia.
Una cantidad importante de gente tiene una primera impresión automáticamente negativa al leer textos mal escritos, y su nivel de confianza en la marca desciende abruptamente.