Con la superabundancia de información existente en Internet, hay pocas maneras de hacer visible e interesante un mensaje de marketing. Las tres más importantes son: el contexto apropiado, la calidad de los contenidos y la mínima extensión posible, en ese orden. De poco sirve algo muy bueno que a nadie le interese, o algo muy interesante pero de pésima calidad. Y si es demasiado largo, minimizará los logros del contexto y la calidad obtenidos.
Relevancia, calidad y brevedad: las puntas del triángulo de la comunicación digital exitosa.