Clásica discusión con recién llegados al marketing online:
-El marketing online solo cuesta las horas de trabajo del «webmaster».
-No. Para que sirva para algo, hay que crear una estrategia, que no puede hacerla un «webmaster». Luego, hay que diseñar piezas, para lo cual se requiere un diseñador, un creativo y -probablemente- un fotógrafo, trabajando en equipo. Desde que se tienen las piezas, interviene un Community Manager que las publica, para entonces moderar y cultivar las conversaciones que surjan a partir de esa pieza. Una vez llegado a este punto, se analiza la información obtenida, se corrige o mejora lo que se pueda, y se vuelve a empezar.
Todo esto, los 365 días del año, en plataformas online que alguien tiene que haber armado previamente, con comunidades creadas desde cero, con inversión en campañas para lograr visibilidad y reconocimiento de marca, etc.
-Pero entonces, el marketing online cuesta igual o más que el tradicional.
-No siempre, pero definitivamente no es ni gratis, ni al costo del sueldo de un empleado sin capacitar.
Una de las mayores frustraciones que sufren muchas marcas que hacen marketing online sin una inversión apropiada es que no obtienen resultados; prácticamente, pierden el tiempo.
El marketing online, si está razonablemente bien hecho, tiene un costo considerable.