Estamos transitando los primeros años de la verdadera unión entre lo social, lo local y lo móvil, razonablemente unificado por los smartphones y sus sistemas operativos y aplicaciones.
El marketing, sitios web y aplicaciones que hoy no funcionan bien en un teléfono, tienen los días contados; si no tienen en cuenta la ubicación geográfica del usuario, pierden utilidad de forma notable; y si ignoran las posibilidades de conexión social, están destinados a un futuro incierto.
A medida que mucha actividad diaria de la gente se centraliza en sus dispositivos móviles, lo que logre buena sintonía con este modelo de comportamiento, tendrá garantizado un lugar entre las elecciones de las personas. El marketing de «estar», debe evolucionar al de «servir» y, para lograrlo, tiene que volverse relevante en estos 3 factores decisivos.